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Ignacio Verástegui Alfonso

Depredadora del medio ambiente

Procesamiento de la palma africana Foto. César Pérez Gómez

El 20 de febrero del año pasado, el gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello constató los avances en la construcción de la Planta Extractora de Palma de Aceite del Grupo Agroforestal UUMBAL, en el municipio de Palenque, allí dio a conocer que esta empresa generará más de 5 mil empleos directos e indirectos con una inversión de 1200 millones de pesos con lo que será la planta más grande de México y Centroamérica. Velasco Coello estuvo acompañado del representante del Grupo UUMBAL, Jorge Esteve Recolons, el gobernador dijo que la planta podrá procesar 90 toneladas de fruto fresco por hora y reciclará el 100% de aguas residuales. Por su parte Esteve Recolons puntualizó que esta planta busca la transformación del campo mexicano con un modelo de negocio sustentable, de alto impacto en el ámbito social, económico y ambiental. Abundó que el objetivo stablecido es trabajar en beneficio de los pequeños productores y del desarrollo de la región, con la plantación de 10 mil hectáreas de palma africana en Tabasco y Chiapas. Cabe señalar que con 22 municipios productores, Chiapas es el principal estado productor de palma de aceite, con el 67% del total nacional.

Palma africana, Palenque, Chiapas. Foto. César Pérez Gómez

Todo lo anterior se ve muy bien, sin embargo el portal digital https://actualidad.rt.com precisa los impactos medioambientales de las plantaciones de palma como es la deforestación masiva de miles de hectáreas debido a que las plantaciones necesitan enormes extensiones de tierra en explotación intensiva, sobre todo en regiones tropicales calurosas, además de que la palmera africana es agresiva con su entorno. Sin embargo, el principal problema no es la planta en sí, sino los productores, que talan o incluso queman el bosque para poderla plantar, lo que ocasiona la pérdida de biodiversidad y extinción de especies al provocar la destrucción del hábitat natural y forzar su desplazamiento o desaparición. A esto se suma el uso de pesticidas y abonos industriales, así como la instalación de trampas y vallas eléctricas o simplemente la matanza de animales salvajes (casi inexistentes en nuestro Estado).

El aceite de palma puede esconderse bajo diferentes denominaciones en el etiquetado, como ‘aceite’, ‘grasas vegetales’ o palabras con la raíz ‘palm’ (‘palmitato’, ‘palmitate’, ‘palmate’, etc.)

Estas plantaciones también emiten grandes cantidades de CO2 a la atmósfera, ya que para eliminar los bosques y abrir terreno a las plantaciones de palmeras a menudo se provocan incendios, en particular en las turberas tropicales, que almacenan más carbono por unidad de superficie que cualquier otro ecosistema en el mundo. Los incendios forestales liberan CO2, lo que contribuye al cambio climático. Amnistía Internacional (AI) investigó las plantaciones de aceite de palma en Indonesia gestionadas por la empresa Wilmar, el mayor productor de aceite de palma del mundo, y descubrió “sistemáticos” y “estremecedores” abusos contra los derechos humanos, como por ejemplo, el trabajo infantil y forzoso así como las graves lesiones sufridas por los trabajadores debido a la exposición a sustancias químicas tóxicas prohibidas en la Unión Europea.En un informe publicado por AI reveló como algunas de las compañías de alimentación y de producción de artículos de uso diario más famosas del mundo, entre ellas AFAMSA, ADM, ColgatePalmolive, Elevance, Kellogg’s, Nestlé, Procter & Gamble, Reckitt Benckiser y Unilever son las principales beneficiarias de esta explotación al ser los principales consumidores para la producción de sus productos. La gran industria del aceite de palma, mueve en estos momentos cerca de 36 mil millones de dólares al año en exportaciones, según datos recopilados por The Observatory of Economic Complexity. El mismo portal señala que el aceite de palma está considerado como el “asesino invisible” en la cocina ya que en la actualidad es el aceite más empleado del mundo. Está presente en múltiples productos de alimentación que todos compramos a diario en cualquier supermercado. Y es que el aceite de palma se puede esconder El aceite de palma puede esconderse bajo diferentes denominaciones en el etiquetado, como ‘aceite’, ‘grasas vegetales’ o palabras con la raíz ‘palm’ (‘palmitato’, ‘palmitate’, ‘palmate’, etc.) bajo diferentes denominaciones en el etiquetado, como ‘aceite’, ‘grasas vegetales’ o palabras con la raíz ‘palm’ (‘palmitato’, ‘palmitate’, ‘palmate’, etc.). También se utiliza en la cosmética, productos de limpieza e incluso biocombustibles. A pesar de que este aceite es una rica fuente de vitamina A y de vitamina E, también es ‘una rica fuente’ de grasas saturadas (un 50% frente al 15% en promedio que contienen otros aceites), lo que lo convierte en un peligro ya que es aterogénico, es decir que, a largo plazo, su consumo puede provocar problemas cardiovasculares en la medida en que aumenta el llamado ‘colesterol malo’ en sangre al acumularse en las arterias, taponándolas. En los últimos años, se han multiplicado los estudios que alertan de los efectos nocivos del aceite de palma para nuestra salud. Un estudio publicado en la revista “Globalization and Health” en 2011 demuestra el vínculo entre el consumo de dicha sustancia y mayores tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Por su parte la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos señala que “el consumo de aceite de palma, incluso si es reducido, es peligroso para los niños y un consumo frecuente pone en peligro la salud de todos”

Los usos del aceite de palma

Palma africana, Palenque, Chiapas. Foto. César Pérez Gómez

El aceite de palma se usa porque tiene una serie de ventajas: no contiene grasas “trans”; se mantiene sólido a temperatura ambiente; tiene una textura untuosa y no tiene olor, lo que le permite sustituir la mantequilla o las grasas hidrogenadas en muchos productos; alarga la vida útil de los alimentos gracias a su alta resistencia a la oxidación y su efecto conservante natural; soporta bien los tratamientos térmicos y su principal ventaja es su bajo costo. Y es que la palma aceitera se caracteriza por un rendimiento muy alto, factor que, unido a los bajos salarios de los trabajadores en los países productores, convierte este producto en una opción mucho más económica que sus potenciales sustitutos. Según Rafael Garcés, investigador del Instituto de la Grasa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Sevilla, España, a principios de la década del 2000 los fabricantes eliminaron de manera progresiva las grasas animales de sus cadenas de producción por ser dañinas para la salud y las sustituyeron por grasas hidrogenadas primero y por aceite de palma posteriormente, quien declaró que “habría otras opciones, pero son mucho más caras y no es rentable… una tonelada de aceite de oliva cuesta 3,500 euros (73,500 pesos), una de girasol 900 euros (18,900 pesos) y una de palma 650 euros (13,650 pesos)”. De manera que el de palma es el aceite más barato que existe.

La siembra de palma, generadora de tierras infértiles e inutilizables

Fruto de la palma africana, Palenque, Chiapas. Foto. César Pérez Gómez

Una investigación realizada por expertos del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTAUAB) confirma la gravedad de los daños ambientales por la expansión del cultivo de la palma de aceite, especialmente grave en el Sudeste Asiático y América Latina, y detalla que, en Guatemala, la siembra de la palma de aceite ha aumentado en un 600% en la última década. Los científicos advierten que este tipo de cultivos genera consecuencias devastadoras en los suelos transformando grandes hectáreas de tierras en infértiles y, en algunos casos, inutilizables. Según Sara Mingorría, investigadora del ICTA-UAB, este monocultivo pide una gran cantidad de nutrientes, y elimina la capa orgánica del suelo. Las tierras dedicadas a este cultivo quedan debilitadas y pierden su capacidad agrícola en pocos años. Análisis comparativos del estado de los suelos realizados por Mingorría** después de la producción de diferentes tipos de cultivo demuestran que se requieren 25 años para conseguir que la zona en la que se plantó palmera vuelva a ser fértil ya que “el suelo queda tan debilitado que, por más que se abona, los componentes se pierden y desaparecen, y los suelos de la palmera resultan tan fértiles que los suelos de una casa “, comenta Mingorría que añade que estas plantaciones son conocidas como” desiertos verdes “porque” este tipo de árbol hace mucha sombra, lo que no permite que se forme vegetación a su alrededor. Tres años después de ser plantada, bajo la palmera no crece ni vegetación. Asimismo, la intensidad productiva provoca un agotamiento devastador para el suelo. La palmera de aceite tiene una vida útil de 25 años. Pasado su ciclo es necesario matar la plantación para poder extraerla y fertilizar el suelo para luego volver a plantar. Según la investigadora, esta acción no es económicamente rentable dado a que el coste es muy elevado y el suelo no vuelve a recuperarse. Es por ello que las empresas buscan nuevos bosques o terrenos baldíos y fértiles para poder generar nuevas plantaciones de palma aceitera a gran escala. ”Los hay que defienden la existencia de plantaciones de palmera porque, según dicen, pueden ser plantadas de manera sostenible y genera puestos de trabajo, pero el impacto ambiental es en muchos casos casi irreversible y genera grandes desastres ecológicos”. Afirma que estos tipos de monocultivos atraen epidemias, pestes y muchos tipos de insectos que acaban perjudicando a los trabajadores de la zona y las comunidades cercanas. “Al Valle de Polochic, en Guatemala, se ha denunciado la aparición de culebras que causan picaduras en los trabajadores”, añade.

Según el Atlas de Justicia Ambiental del ICTAUAB, en la actualidad hay 72 casos mundiales registrados de conflictos relacionados con la producción de palma aceitera. Un ejemplo es el “ecocidio” en el río la Pasión a Guatemala donde se produjo la muerte generalizada de más de 1.000 peces tras la instalación de una empresa procesadora del aceite de palma en las cercanías del río afectando más de 11.000 personas. Según el Laboratorio de Toxicología de la Universidad de San Carlos el motivo de esta muerte masiva de peces en más de 150 kilómetros del río, fue el alto grado de contaminación causada por el malatión, un plaguicida utilizado para eliminar moscas en la fruta de la palmera.

“La Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible”, solo un paliativo…

Vista aérea de un fragmento de selva tropical en medio de una gran extensión de plantaciones de palma aceitera en Sabah, Malasia Borneo Fotografía por T. R. Shankar R.

Ante las presiones debidas a la atención negativa que la industria de aceite de palma estaba recibiendo por sus impactos sociales y medioambientales se creó, en 2004, por productores, sociedad civil, gobiernos y compradores, la Roundtable on Sustainable Palm Oil (-RSPO- Mesa Redonda sobre el Aceite de Palma Sostenible) con la idea de “transformar los mercados para hacer que el aceite de palma sostenible sea la norma”. Es una organización sin afán de lucro. Es actualmente la mayor organización enfocada a la sostenibilidad dentro del sector del aceite de palma, por lo que algunos creen que tiene el potencial de prevenir la deforestación en la industria. Sin embargo, sus estándares no prohíben realmente la deforestación o destrucción de las turberas para el desarrollo de las plantaciones de palma aceitera. De la numeralia de RSPO destacan: El 19% es la proporción de aceite de palma global, que equivale a 12,46 millones de toneladas certificado; 2.69 millones de hectáreas es el área de producción de palma aceitera certificada; cuenta con 3,832 miembros de 92 países; 676 son las licencias de marcas emitidas; tienen a 89,192 pequeños agricultores individuales con membresía; son 317,577 hectáreas certificadas por pequeños propietarios y el 93% del aceite de palma certificado es producido en Indonesia (51%) y Malasia (42%). Por otra parte la RSPO tiene un sistema de llamado Certified Sustainable Palm Oil (-CSPO- Aceite de Palma Sostenible Certificado), que es una cadena de suministro de aceite de palma sostenible, certificado por la RSPO. El aceite CSPO proviene de cultivos que siguen una serie de criterios ambientales y sociales que aseguran el respeto de los derechos de las comunidades locales y que ningún bosque primario o de alto valor ecológico haya sido deforestado para la producción de aceite de palma desde noviembre de 2005. Es un estándar más exigente que la pertenencia a la RSPO, que no asegura la procedencia sostenible del aceite de palma. El logo que identifica el aceite de palma CSPO implica que al menos el 95% del aceite de palma utilizado es sostenible certificado. Hay una creciente demanda para la utilización de aceite de palma certificada en Europa y Norteamérica, incluyendo grandes corporaciones como Walmart, Unilever y Nestlé.

Concesión de palma aceitera en Riau, Sumatra Fotografía por Hayden

Hasta que todos los miembros de las compañías de la RSPO no empiecen a producir Aceite de Palma Sostenible Certificado 100% trazable, tal como se han comprometido, es difícil confiar en cualquier compañía perteneciente a esta asociación. De hecho, una de las principales críticas a la RSPO es que aún permite plantar palma aceitera en turberas o zonas pantanosas y clarear bosques secundarios. Esta es una gran preocupación para los grupos medioambientales y las ONGs, debido al papel que las turberas juegan en el almacenamiento del carbono y al tipo de ecosistema que constituyen. Las compañías miembros de la RSPO sostienen que están comprometidas con el aceite de palma sostenible, pero muchas no cumplen sus compromisos con la RSPO ya que a pesar de la certificación RSPO, las prácticas destructivas siguen teniendo lugar, los bosques tropicales siguen cortándose a mayores velocidades. Por otra parte, la dinámica de la RSPO, cuyas decisiones deben ser tomadas por consenso por todos los miembros, hace que cualquier cambio requiera mucho tiempo y ralentiza las posibilidades de progreso. Esto se ha traducido en muy pocos cambios en los últimos 10 años.

Ominoso futuro para el medio ambiente en Chiapas En Palenque se encuentran establecidas 3 empresas dedicadas a la elaboración de aceite y al cultivo de la palma. El mencionado Grupo Agroforestal UUMBAL del Grupo AlEn; Agroindustrias de Palenque, S.A. de C.V. (Agroipsa) del Grupo Oleomex y la empresa Palma Tica que ha sido denunciada desde 2013 por la contaminación que ha generado a su alrededor, el problema se da en un gobierno estatal que presume ser de un partido, el Verde Ecologista de México (PVEM), que al enunciar su Visión señala: “…garantizar la sustentabilidad de los recursos naturales y el derecho de cada persona a su desarrollo económico, político, social e individual en un ambiente sano, de respeto por la vida y la naturaleza…” pero que en los hechos lo único que le interesa es lo mismo que expresará en 2004 Jorge González Martínez, presidente del PVEM hasta 2011: “A mí la ecología es lo que menos me importa, yo represento intereses”. Así son esta camada de neo políticos arribistas.

**Violence and visibility in oil palm and sugarcane conflicts: the case of Polochic Valley, Guatemala. S. Mingoría. Journal of Peasant Studies. 2017, p. 1-26 The nadies waving resistance: Oil palm and sugarcane conflicts in the territory,communities and households of the Q’epchil’, PolochicValley, Guatemala. Tesis doctoral de Sara Mingorria Martinez. http://www. tdx.cat/handle/10803/402364

 

 

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