Seleccionar página

EYVERE

Universitario de raíces palencanas.


Los fumadores (1636), Adriaen Brouwer

 

El propósito de esta colaboración es remontarnos a la marihuana, sus orígenes y su significado para la sociedad su uso lúdico y medicinal, así como el debate para su legalización y despenalización en México que próximamente se llevará a cabo en el Senado de la República.

Cannabis sativa (nombre científico de la mariguana) es una droga controversial presente, pero marginada en diversos criterios de la vida y de la sociedad, utilizada con propósitos rituales o culturales y en la actualidad con fines económicos. La planta tiene dos variedades: masculina o femenina, ésta última es la que contiene la flor conocida como marihuana. Siendo tres especies de marihuana: sativa, índica y ruderalis, aunque actualmente existen las híbridas (una cuarta especie, creadas de manera artificial). El cannabis tiene sus orígenes en China, mismo país de donde proviene el opio.

MARIHUANA A TRAVÉS DEL TIEMPO

Los primeros restos de esta planta se remite a 4000 a.C., un milenio después se encontraron residuos en Turquestán (Afganistán). Un tratado de medicina china (del siglo I) afirma que “el cannabis en exceso hace ver monstruos, pero si se usa a largo tiempo puede comunicar con los espíritus y aligerar al cuerpo”. (Davenport-Hines, 2001)

De acuerdo a la cultura hindú, consideran que esta planta brotó cuando cayeron gotas de ambrosía del cielo. Las principales ramas del budismo celebraron sus virtudes para la meditación. En usos médicos, se empleaba para la fiebre, insomnio, tos seca, oftalmía y disentería. En la Mesopotamia del siglo IX a.C., se hace mención de esta flor como incienso ceremonial.

En Roma, las plantas principales era el opio y la vid, aunque en tiempos de los césares se solía fumar marihuana con el fin de “incitar a la hilaridad y al disfrute”, costumbre proveniente de los

Diosa Seshat. Archivo

atenienses y los celtas. El “Viejo de la Montaña” utilizó a esta flor para formar al ejército más leal; un comando que recibía una ración diaria de hachís (extracto de la marihuana) a cambio de su fidelidad y su vida.

Por otro lado, el hachís, proveniente de los ismaelitas (tribus árabes de Jordania, descendientes de Ismael hijo de Abraham), es una “resina” de la marihuana la cual es fumada como tradición en Arabia, Egipto, etc. En el siglo XI los árabes la llamaban bangah a la marihuana.  (H., 2008)

En el continente europeo, los primeros estudios respecto a la marihuana sucedieron en 1798, cuando Napoleón Bonaparte arribó a Egipto, estas investigaciones fueron gracias a acompañantes de Napoleón Bonaparte, siendo Silvestre de Sacy, Rouyer y Desgenettes. Estos personajes se encargaron de observar y analizar sobre el terreno las muestras que Lamarck analizó en París a finales del siglo XVIII.

SIGLO XIX

Más adelante, en el año 1800, Bonaparte prohibió el uso de hachís en todo Egipto, con el fin de “evitar delirios violentos y excesos de toda especie”. En 1839, un profesor británico que residía en Calcuta, India, publicó el primer artículo sobre las propiedades benéficas de la marihuana, el Dr. O’ Shaughnessy, se encargó de exponer las cualidades analgésicas, antiespasmódicas y relajantes musculares.

Unos años posteriores a 1850, el psiquiatra J. Moreau de Tours hacía sesiones con el fin de conocer la mente y hacer investigación científica sobre la marihuana, junto a escritores y artistas como Gautier, Charles Baudelaire, Delacroix, Nerval, Verlaine, Víctor Hugo, Rimbaud y Balzac. El nombre del club era Des Hachischiens y Baudelaire publicó diversos artículos de estar reuniones, bajo el nombre de Los paraísos artificiales. (H., 2008)

Alrededor de 1860, Cahn obtuvo un elemento activo de la marihuana, gracias a la previa comprobación del residuo desprovisto de nitrógeno estudiado por H. y T. Smith, se le dio el nombre de canabinol. Activo conocido por sus propiedades medicinales.

Durante el siglo XIX, se consideraba a la marihuana como una sustancia tosca, cuyo activo psicodélico seguía sin ser descubierto. Friedrich Nietzsche utilizó la sustancia y mencionó que le permitía tener una aproximación a “la prodigiosa velocidad de los procesos mentales”. Aunque ningún texto en esta época tenía la validez de los volúmenes publicados por la Indian Hemp Drugs Comission, llevado a cabo por el gobierno inglés en 1894; el cual concluía de la siguiente manera:

“Considerando el tema de una forma general, cabe añadir que en la India el uso moderado de hachís y marihuana es la regla, y que el uso excesivo resulta excepcional. El uso moderado no produce prácticamente ningún efecto nocivo, y el trastorno que produce un uso excesivo se limita casi exclusivamente al mismo consumidor: el efecto sobre la sociedad es rara vez apreciable”.

María Sabina

En Nepal, las personas acostumbran a frotar sus manos contra las flores con el fin de sacar hachís, una técnica llamada Charas. En la India se utiliza la misma técnica y se preparan bebidas como el bhang (con pimienta y azúcar), el poust, el louki (con alcohol) y la mourra (con tintura de opio).

En el Tíbet, los dugpas o chamanes, beben la momea hecha con grasa humana fundida y resina de la marihuana. En Irán preparan tortas con mantequilla, esencia de rosas y marihuana. En medio oriente hacen una mezcla de hachís con opio, nuez vómica y datura, llamada madjoun; igualmente una mermelada de hachís, almizcle, canela, pistache y azúcar, conocida como dawamesk (probada por Charles Boudelaire y Teófilo Gautier).

En el continente africano se suele fumar la marihuana, aunque en Egipto suele tomarse el chastri (con azúcar, aguardiente de arroz fermentado y hachís). En Túnez, Marruecos y Argelia se acostumbra a fumarse con tabaco. En el Sahara, en los santuarios de los senusis (los musulmanes cismáticos) se fuma el kif un polvo de marihuana con hachís.

En el Congo, a finales del siglo XIX, Kalanga Mukenge (jefe de una tribu baluba) fundó el culto a la marihuana. Había reuniones en la plaza, donde con una pipa gigante, los habitantes fumaban hasta el “desvanecimiento y la fusión espiritual en el gran todo”.

En el siglo XIX, en Europa, esta práctica se localizaba principalmente en Turquía, Grecia, Albania y las partes bajas de Italia (primordialmente Sicilia). En las capitales de Inglaterra y Francia, se consideraba como un hábito de minorías étnicas.

Durante el siglo XX, Raphael Mechoulam, un químico egresado de la Universidad de Jerusalén, aisló el activo “psicodélico” de la marihuana, conocido como tetrahidrocannabiol (THC). En 1971 se dio paso a nuevas investigaciones sobre la marihuana, específicamente el THC. (H., 2008)

Actualmente, en el siglo XXI, se ha legalizado o despenalizado el uso lúdico de esta planta en diversos países del mundo, siendo Canadá (legal), Costa Rica (despenalizado), España (legal), Estados Unidos (legal en algunos Estados), Holanda (legal), India (despenalizado en algunos Estados), Jamaica (despenalizado), Portugal (despenalizado), República Checa (despenalizado), y Uruguay (legal).

Contexto internacional (Estados Unidos de América)

Louis Armstrong, Muggles 1928. Foto archibox

En 1890, el algodón remplazó al cáñamo como cosecha principal en los estados del sur. En 1920 la marihuana comenzó a ser controlada bajo una política prohibicionista. El uso recreativo se restringió principalmente a la comunidad afroamericana, específicamente a los músicos de jazz, las canciones “reefer” (porro) fueron auge de este género musical. Existían clubs llamados tea pads (almohadillas de té), donde las autoridades no consideraban una amenaza social esta práctica. (Brau, 1974)

Una campaña social fomentada por el Buró Federal de Narcóticos de Estados Unidos de América, durante 1930, fue el comienzo de presentar a la marihuana bajo una perspectiva criminalista, pues se mencionaba que podía presentar problemas psicológicos graves del consumidor que lo hacían perder la cordura y podría llevarlo a una adicción a otros narcóticos, así se empezó a considerar a la marihuana como una droga “de entrada”.

La Ley de Control de Sustancias, implementada en 1970, clasificó a la marihuana como droga de Nivel 1, junto a la heroína y el ácido lisérgico, significando un potencial de abuso alto y sin ningún uso médico aceptado. La mayoría de la marihuana provenía de México, el gobierno de este país se comprometió a erradicar la cosecha de esta planta. Las administraciones de Ronald Reagan y George W. Bush fueron de cero tolerancias, significando un prohibicionismo extremo para aquellos consumidores de marihuana y otras drogas. Para 1982, la Drug Enforcement Administration (DEA, sucesor del Buró Federal de Narcóticos) se concentró en erradicar el cultivo doméstico en E.U.A. En la siguiente década, 1990, la marihuana comenzó a ser una “tendencia” especialmente entre las y los adolescentes.

Durante la década de los 90’s fue que el estado de California introdujo la Propuesta 215 para la legalización de la marihuana medicinal, pero la Cámara de Representantes se negó a aprobar dicha iniciativa. Gracias a la autonomía estatal, cada estado ha aprobado diferentes legislaciones de regulación, siendo Nuevo México el primer estado en aprobar el uso de marihuana medicinal.

A partir del 2001, diversos estados hicieron una campaña orientada a la descriminalización de la marihuana, siendo Nevada, Massachusetts, Connecticut y Missouri los estados participantes.

Hasta la década del 2010, Colorado y Washington fueron los primeros estados en legalizar el uso lúdico de la marihuana, instaurando medidas regulatorias similares a las del alcohol, y permitiendo el cultivo personal. Para 2013 y 2014, seis estados más siguieron este ejemplo.

La legalización y regulación de la marihuana en E.U.A., fue aprobada bajo la iniciativa 502 de Olympia y la enmienda 64 de Denver, su uso recreativo es legal en 9 estados y su uso medicinal en 23 estados.

INICIOS DEL PROHIBICIONISMO

A principios del siglo XX, hubo una gran oleada de inmigrantes de México a Estados Unidos de América, con este suceso comenzaron a surgir sentimientos racistas y xenófobos de la sociedad estadounidense hacia los mexicanos. Se comenzó a asociar el uso de la marihuana con la cultura mexicana, pues era común que la fumaran después de una larga jornada de trabajo. La prensa amarillista se hizo notar, creando rumores acerca de los efectos de la marihuana, pues los directores de los periódicos dependían de la industria de la madera, la cual competía con la del cáñamo. Los bulos consistían en que el fumar marihuana provocaba enfermedades mentales y fomentaba a las personas a cometer actos criminales y de violencia. Comenzaron a surgir las leyes prohibicionistas, donde California fue el más radical al etiquetarla como veneno. Así comenzó la criminalización del uso de esta planta.

HARRY ANSLINGER: EL PERSONAJE PROHIBICIONISTA

Gracias al uso de la cocaína y la heroína se creó el Buró Federal de Narcóticos, su director era Harry J. Anslinger, una persona decidida a acabar con el uso de drogas en Estados Unidos de América. De 1930 a 1934 se dedicó a reunir evidencia, proveniente de la prensa amarillista, con la ayuda del periodista William Randolph Hearst, para armar un caso contra la marihuana y las demás drogas. Comenzó la propaganda contra la marihuana, dándole una perspectiva criminalista. Se publicaban diversas historias de cómo la marihuana incitaba a las personas a la violencia, al suicidio y a cometer actos criminales, siendo los mexicanos y negros los personajes principales (los usuarios).

La Asociación Médica Americana publicó un reporte desmintiendo las palabras de Anslinger, diversos profesionales de la medicina se acercaron a él para convencerlo de que la marihuana tenía propiedades medicinales y no causaba ninguno de los efectos que él mencionaba, pero se les contestó con amenazas. Este personaje no tenía control sobre el tráfico de drogas, pero sí influencia en las ideas de la población estadounidense.

En 1937, Anslinger y el Buró Federal de Narcóticos presentaron ante el Congreso estadounidense el Acta de Impuestos a la Marihuana, aprobada sin debate, así se clasificó a la marihuana como droga de Categoría 1. Se criminalizó su uso a nivel federal. La campaña mediática que desacreditaba los usos medicinales y terapéuticos de la marihuana, llevó a que otros países siguieran este ejemplo. Y a aquellos países que intentaban llevar una política contraria, se les amenazaba con embargos comerciales, tal es el caso de México.

LA BREVE LEGALIZACIÓN DE LAS DROGAS EN MÉXICO

En México, entre 1888 y 1911, el uso del opio era algo normal y estaba permitido, su consumo era principalmente en láudano. Los vinos o “cordiales” con coca se recomendaban a niños y adultos para combatir diversas enfermedades como: el raquitismo, la senilidad, la anemia, la neurastenia, etcétera. La mariguana se recetaba para el asma, tos, gripe y el insomnio, se vendía en forma de cigarrillo.

Estas tres formaban parte de los productos que se ofrecían normalmente en las farmacias. (Smith, 2018)

En 1920, las autoridades sanitarias mexicanas decidieron seguir el prohibicionismo promovido por Estados Unidos, así los comerciantes pasaron a ser “traficantes” y los consumidores a “viciosos”, ambos a “criminales”.

Durante 1940, el presidente Lázaro Cárdenas legalizó la marihuana, la cocaína, morfina y heroína, mediante el Reglamento Federal de Toxicomanías, que autorizó a los médicos recetar narcóticos a los consumidores, estableció clínicas ambulatorias para ayudarlos ya que se les veía como enfermos y no como criminales.

Se permitía la venta y compra sólo en pequeñas cantidades. Los arrestos a consumidores y vendedores disminuyeron, las cárceles liberaron a pequeña escala a ambos. Se establecieron media docena de dispensarios en la Ciudad de México con la intención de atraer al consumidor (en lugar de perseguirlo); las drogas se vendían a un precio bajo causando que los traficantes de la Ciudad de México dejaran de generar ganancias. Antes de seis meses la legislación fue anulada, el gobierno declaró que la escasez de cocaína y morfina debido a la guerra impedía que el plan funcionara. (Smith, 2018)

Sin embargo, la declaración del gobierno mexicano no era del todo cierta, EUA tuvo un papel importante en el fin de esta política. Leopoldo Salazar Viniegra (médico, en el área de psiquiatría y neurología) mostró apoyo a la legalización, pero el Buró Federal de Narcóticos (antecesor de la DEA) de EUA presionó al gobierno mexicano para que fuera detenido. Harry Anslinger, jefe del Buró fue quien le dio con las enmiendas de 1935 a la Ley de Importación y Exportación de Estupefacientes, que le permitieron amenazar a nuestro país con un embargo de exportación (prohibición de negociación y comercio).

EL BOOM DEL NARCOTRÁFICO EN LA DÉCADA DE LOS 80’S

En los años ochenta y noventa, se disparó el negocio del narcotráfico, la mayoría de los narcotraficantes eran originarios del norte. El gobierno estadunidense ordenó a México que los traficantes fueran aprehendidos y enjuiciados. Guillermo Valdés menciona que los primeros grandes cárteles surgen en la década de los 80’s, debido a que ya no eran controlados por los grupos políticos locales, sino por integrantes de las instituciones policiales federales o militares, reforzado por la centralización gubernamental. Las organizaciones de narcotráfico se expandieron a diversos estados de la República Mexicana, se dieron fuertes liderazgos regionales que competían entre sí por controlar todas las plazas. (Bagatella, 2014)

El grupo más importante era el de Sinaloa, mejor conocido como el Cártel de Guadalajara, debido a que estaba asentado en esta ciudad. Liderado por Miguel Ángel Félix Gallardo, conocido como “El Padrino” o “El Jefe de Jefes”. Fue el primer mexicano en exportar cocaína a gran escala a Estados Unidos, así cambió la forma de operar de los narcotraficantes, antes acostumbrados a solo comerciar marihuana y amapola.

Cartel de la película

Miguel Ángel Félix Gallardo nació en Culiacán, Sinaloa en 1946. Durante su juventud trabajó en la Policía Judicial del estado sinaloense, fungía como “madrina”, término utilizado para referirse a las personas que ejecutaban labores ilegales como la tortura o extorsión a las familias de las personas detenidas (lo realizaban gracias a la protección de agentes policíacos).

En la década de los 60’s laboró como guardaespaldas de los hijos del exgobernador Leopoldo Sánchez Celis. El investigador de la Universidad Autónoma de México, Luis Astorga, menciona que fue en esa época cuando comenzó este personaje a desarrollarse en el narcotráfico. Félix Gallardo se asoció con Manuel Salcido Uzeta (El Cochiloco), Ernesto Fonseca Carrillo (Don Neto), y Rafael Caro Quintero.

Así creó una organización que mantenía el control del tráfico de marihuana y amapola en Sinaloa, Durango, Chihuahua, Baja California, Nayarit, Guerrero y Jalisco, por mencionar algunos.

A principios de los 80’s comenzó un trato con los colombianos, empezó a comprarles cocaína para exportarla a Estados Unidos. Estableció una ruta aérea entre Sudamérica, América Central y el norte de México. Técnica utilizada a gran escala por uno de sus socios, Amado Carrillo Fuentes (El Señor de los Cielos).

A principios de 1985 comenzó el declive del imperio de Félix Gallardo, cuando un agente de la Drug Enforcement Administration (DEA), Enrique Camarena, fue asesinado en la ciudad de Guadalajara. Acusaron directamente a Caro Quintero y Fonseca Carrillo, aunque la DEA señaló al “Padrino” como autor intelectual.

El “Jefe de Jefes” fue capturado en abril de 1989. Años después mencionó que las autoridades lo habían traicionado y señaló especialmente a Guillermo González Calderoni, líder de la operación para la captura de Félix Gallardo. El suceso de Camarena puso en evidencia diversas complicidades entre el cártel y las autoridades. Por ejemplo: Rafael Caro Quintero portaba una identificación de la Policía Judicial Federal. Gracias a estas revelaciones, Estados Unidos calificó a México como un país que no combate eficientemente al narcotráfico; llamado el Proceso de Certificación de Drogas, donde los países que no lo aprobaban eran sancionados financieramente y se les cancelaba el apoyo gringo. En 1997 México recibió su certificación por la Casa Blanca. (Bagatella, 2014)

El periodista Jesús Blancornelas mencionó que Félix Gallardo cedió su imperio entre sus principales colaboradores, donde uno de ellos fue Joaquín “El Chapo” Guzmán. Cuando se fracturó el monopolio del “Jefe de Jefes”, comenzó una guerra entre las organizaciones de Ciudad Juárez, Tijuana, del Golfo-Zetas, Los Valencia o Milenio, La Familia Michoacana, de Colima y de Sinaloa.

Posterior a la desintegración del Cártel de Guadalajara, sucedió un proceso de democratización y descentralización que dificultaron la lucha contra el narcotráfico y obliga al Estado a adaptarse a un nuevo contexto. De acuerdo con Guillermo Valdés, los problemas se encuentran en la coordinación de la seguridad pública, los estados y municipios con una gran autonomía dificultan la capacidad del gobierno federal para implementar políticas y programas. Así mismo, la pluralidad en el Poder Legislativo, que impulsa a una negociación respecto a los proyectos de ley para adaptarse a nuevos contextos, pactos que problematizan la solución adecuada para la situación.

LA GUERRA CONTRA EL NARCOTRÁFICO DEL SEXENIO DE FELIPE CALDERÓN

A los pocos días de entrar al cargo presidencial, Felipe Calderón Hinojosa, el 10 de diciembre de 2006 ordenó el despliegue del Ejército en la Tierra Caliente de Michoacán, llamado operativo conjunto Michoacán, comenzando la guerra contra el narcotráfico, en este caso contra el cártel de La Familia Michoacana.

La primera justificación para declarar esta guerra fue el principio del consumo, mencionando que México ya no era sólo un país de tránsito, sino que se convirtió en un país consumidor y de narcomenudeo, donde los niños y jóvenes se vieron afectados de manera alarmante. El slogan fue: “que la droga no llegue a tus hijos”: Sin embargo, las estadísticas presentadas por el gobierno reflejan que el consumo de drogas fue mínimo en relación con la población, el crecimiento del consumo fue en adultos. Aunque por lógica, la justificación no resulta como algo aceptable, ya que los narcotraficantes prefieren mil veces vender sus productos en E.U.A., que en México. (Oyarbide, 2011)

La segunda justificación fue la violencia, su aumento relacionada con el narcotráfico y la inseguridad que sentía la población llegaron a niveles inadmisible. El sociólogo Fernando Escalante demostró que la tendencia de la violencia, antes de la guerra contra el narcotráfico, especialmente los homicidios, era de descenso. Tomando en cuenta el aumento de la población, se calcula que los homicidios cayeron un 20% en la década anterior a 2007. (Oyarbide, 2011)

Un pilar de esta guerra era acabar con la violencia y la inseguridad, los cuales eran causas del crimen organizado según el gobierno, pero los resultados demostraron un aumento en estos puntos debido a la estrategia de lucha. En el 2009, había una ejecución por hora, y se creó un ambiente de enfrentamiento constante.

El tercer argumento de esta estrategia fue la suplantación y penetración de los traficantes, una disputa por el control territorial, amenazando al Estado con suplantarlo, al mismo tiempo una entrada en la estructura institucional nunca antes vista. El sociólogo Luis Alejandro Astorga Almanza menciona que los traficantes nunca han buscado competir con el Estado ni suplantarlo, afirmar esto significa una falta de conocimiento respecto al narcotráfico. La estabilidad es buena para su negocio, pero la confrontación permanente no. (Oyarbide, 2011)

El politólogo César Morales Oyarbide refiere a la complicidad del narcotráfico con las autoridades, especialmente a nivel local. El hecho de “olvidar” este constante suceso en las justificaciones del gobierno de Felipe Calderón denotan un intento por lograr una nueva legitimación.

La estrategia estuvo centrada en un aspecto militar-policial, dirigida a causar bajas en las organizaciones, los decomisos de armas y drogas y la captura de los líderes ocasionó un aumento en la violencia y el tráfico de armas y drogas. Igualmente trajo consigo misma un desequilibrio entre el poder civil y militar, el ejército supuestamente está para salvaguardar la seguridad nacional y fue usado debido a la ineficiencia y corrupción de las policías. Otra consecuencia fue dejar atrás al poder judicial, los militares están entrenados para acatar órdenes, las cuales eran allanar y matar, sin entregar a los criminales al poder judicial, considerado como algo “extralegal”.

Igualmente, el resultado del grupo conocido como Los Zetas, ex militares de élite del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales, supuestamente elementos incorruptibles, vino a demostrar que la justificación del uso de militares por su competencia insobornable era falsa. Este grupo empezó trabajando para la organización de Oziel Cárdenas y posteriormente se convirtió en un cártel más. A esta condición se le conoce como paramilitarismo, la deserción de militares para convertirse en sicarios o narcotraficantes. (Rosen & Martínez, 2015)

La estrategia de concentrarse en perseguir a los líderes de los cárteles partió de la suposición de que sin ellos la organización dejaría de funcionar. No fue así. Siempre hubo sustitutos para las cabezas, inclusive un líder del cártel de Sinaloa lo mencionó, Ismael “El Mayo” Zambada: “en cuanto a los capos, encerrados, muertos o extraditados, sus reemplazos ya andan por ahí”. El sociólogo Froylán Enciso expone que “quedan los más temerarios, los amantes del riesgo y los más violentos”, debido a que son las personas dispuestas a enfrentar los operativos para que el negocio perdure.

El Dr. En Ciencia Política Eduardo Guerrero Gutiérrez, en un ensayo describió que estando bajo un gobierno debilitado, una política de intervención agresiva contra el consumo de drogas tiende a multiplicar y agudizar la violencia. Los cárteles tienen la capacidad de represalia y esta política favorece la lucha entre las mismas organizaciones. La violencia se debe a dos factores: los cárteles y la acción o inacción del gobierno (las reglas del juego establecidas). La gráfica posterior puede dar una idea del incremento de la violencia:

Fuente: Jonathan Daniel Rosen y Roberto Zepeda Martínez, con datos de Semanario Zeta, 2012.

 

Como se observa en la gráfica anterior, el año con mayores ejecuciones por parte del narcotráfico fue en 2011, aunque en 2012 disminuyeron. Sin embargo, no se comparan los números del último año con el primero del sexenio de Felipe Calderón.

La fragmentación de los cárteles fue otro resultado de la estrategia empleada por Felipe Calderón. Los cárteles principales eran los siguientes:

La violencia en México tuvo repercusiones en la economía, el sistema político, y claramente en la seguridad de sus ciudadanas y ciudadanos. Hubo políticos y funcionarios públicos que abandonaron el país debido al incremento de la violencia, probablemente todavía se dé esta situación, hasta en personas no relacionadas a la política. Otro resultado fue el temor en las y los empresarios nacionales y extranjeros que buscaban invertir en México, pues tenía influencia la inestabilidad del país para manejar la realidad violenta.

Si se continúa con la estrategia de combate al narcotráfico, México podría continuar con sexenios cada vez más violentos. (Rosen & Martínez, 2015)

CONTEXTO NACIONAL

El fumar marihuana era una práctica usual en México, como se menciona en apartados anteriores, era algo cultural y un personaje estadounidense comenzó a criminalizar este hábito. Debido a esta persona y sus amenazas hacia el gobierno de Lázaro Cárdenas, se siguió la forma de control prohibicionista. Muchos años después se decidió darle apertura a este tema.

En 2013, médicos, activistas y expertos subrayaron la importancia de debatir la legalización de la marihuana, más allá de las ideologías y desestigmatizar la investigación de esta planta con uso medicinal. Se dio el primer Simposio E.U.A. – México sobre Legalización y Uso Médico de Cannabis, llevado a cabo en las instalaciones del Centro Fox en San Francisco del Rincón, Guanajuato. Julio Frenk, ex secretario de Salud en el gobierno de Vicente Fox, mencionó que la legalización podría ser una manera de combatir la violencia presente en México, pues la esperanza de vida de los jóvenes de entre 15 y 39 años se disminuyó casi un año debido a la creciente tasa de homicidios, según datos de 2009 y 2010 brindados por Frenk. (Seco, 2013)

«El paradigma prohibicionista y punitivo ha fracasado. No ha reducido el consumo y sí ha provocado otros efectos sociales que resulta peor al problema que se pretendía resolver», palabras como conclusiones del foro.

Así mismo en 2013, Manuel Granados, líder de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, del PRD, en aquél entonces. Mencionó que preparaba una propuesta para regular todas las drogas, “las ambiciones van más lejos de la ‘mota’” destacó. Sin embargo, no se le dio seguimiento a esta propuesta.

En el mes de septiembre, del año 2013, el exdiputado Vidal Llerenas del PRD, buscó la despenalización de la marihuana en la Ciudad de México, es decir, dejar de detener a consumidores y pequeños narcomenudistas. Pero, tampoco se le dio importancia a esta iniciativa.

En 2014, Vidal Llerenas llevó a la Asamblea de la CDMX una iniciativa de ley que permitiera habilitar espacios para el abastecimiento de marihuana de forma legal, dispensarios. Aunque, la sustancia continuaba siendo ilegal, debido a que su control es a nivel federal, y sigue siendo un delito federal en la actualidad. Alejandro Madrazo, abogado en aquel entonces del centro de estudios CIDE, mencionó: “Lo ideal es que la Federación vaya por el mismo camino. En caso de que no lo haga, se utilizará la puerta de atrás. Eso es ilícito pero la puerta de adelante es lícita. Así es como ha funcionado Holanda durante 30 años. Hasta ahí es donde puede regular la Asamblea. Va a ser una forma de operar. Tiene que venir alguien que diga yo soy el valiente que se avienta el tiro de mediar en este contexto”. (Quesada, 2014)

La puerta de atrás es considerada el narcomenudeo y la de adelante los dispensarios. Los redactores del borrador mencionaban que el regular el consumo de marihuana de esta forma consistía en un “ataque” al narcomenudeo y a la extorsión policial a la que eran (y siguen siendo) sometidos los consumidores.

Destrucción de plantíos de cannabis. Foto archivo

El ex canciller Jorge Castañeda se mostró a favor del proyecto: “Coloca a la Ciudad de México en una posición vanguardista. Sigue la senda de Uruguay, Colorado, Washington, Portugal… en vez de continuar con una guerra que no tiene sentido”.

El debate sobre el uso terapeútico de la marihuana tuvo paso una vez más gracias una persona llamada Graciela Elizalde, una niña con ocho años de edad en 2015, con la enfermedad conocida como el Síndrome de Lennox-Gastaut, una variante de la epilepsia infantil díficil de controlar. El cannabidiol (la sustancia autorizada por un juez para el uso de Graciela), es la sustancia con mayor aceptación médica, no tiene efectos psicoactivos. Cabe destacar que las autoridades de Salud estaban contra la autorización para esta niña, argumentaron que no existía evidencia de su beneficio.

Luisa Rocha Arrieta, investigadora del Departamento de Farmacobiología del Cinvestav Unidad Coapa, estudió los efectos que puede producir el cannabidiol en pacientes con epilepsia farmacorresistente (las y los pacientes que a pesar de tomar drogas antiepilépticas siguen teniendo crisis). Observó que puede tener resultados benéficos en ciertos tipos de epilepsia catastrófica. Las personas con estas condiciones son vistas como un problema social, económico y de salud muy importante, porque no generan ingresos, tienen problemas para mantener relaciones sociales o son estigmatizados al no saber en qué momento presentarán una crisis. (Cinvestav, 2018)

Hay diversas estrategias para controlar la epilepsia farmacorresistente, una de ellas es remover mediante un procedimiento quirúrgico una parte del cerebro. Aunque, esta cirugía es costosa y no todas ni todos los pacientes son candidatos. Otra alternativa es la neuromodulación, igualmente con costos elevados y no muy confiable.

“Recientemente se ha considerado que la mariguana puede ser una terapia farmacológica para controlar la epilepsia famacorresistente. Se sugiere que puede aplicarse en varios tipos de epilepsia, pero solo es realmente efectiva para las llamadas epilepsias catastróficas, donde el paciente presenta hasta 100 crisis al día”, explicó la investigadora Rocha Arrieta. (Cinvestav, 2018)

Al recibir la mariguana, las crisis disminuyen, lo que representa cierta mejoría para la calidad de vida de los pacientes, aunque no de manera óptima para considerar al tratamiento funcional. “No todas las epilepsias son farmacorresistentes, por lo que la idea es identificar en cuáles se pueden aplicar los derivados de la mariguana”, destacó Rocha Arrieta. (Cinvestav, 2018)

La petición de los padres de Graciela, fue la primera en llegar tan lejos. Sus padres se encontraban desesperados debido a diversas visitas con varios médicos y la administración de 19 anticonvulsivos sin resultado. Gracias a la historia de Charlotte Figi, una niña estadounidense con el mismo mal que consumió el aceite de marihuana y mejoró su condición, sus padres de Grace decidieron buscar esta alternativa. (Corona, 2015)

En el mismo año, 2015, cuatro personas solicitaron un amparo para poder consumir marihuana con uso lúdico en plena libertad, siendo el comienzo de un camino hacia la jurisprudencia y la necesidad de regular esta actividad. El Legislativo tiene la obligación de modificar las leyes que sean señaladas como inconstitucionales. Para generar jurisprudencia son necesarios cinco amparos.

En octubre de 2015, Arturo Zaldívar, exministro del Tribunal Supremo, presentó ante la primera sala de la Corte un proyecto que pretendía aclarar inconstitucionalidades en cinco artículos de la Ley General de Salud, los cuales prohíben la siembra, cultivo y posesión de la marihuana para autoconsumo con fines lúdicos. El fin era amparar a la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Tolerante y Responsable, una organización de clubes cannábicos que solicitaban al gobierno permisos para el autocultivo con el propósito de tener un consumo recreativo. La Comisión Federal de Protección de Riesgos Sanitarios, la Cofepris, rechazó la solicitud. Zaldívar afirmó que el consumo de marihuana en personas adultas “no supone un riesgo importante para la salud”, si su uso no es de forma “crónica y excesiva”. (Beauregard, 2015)

Manifestación a favor del cannabis. Foto archivo

Los artículos en cuestión era el 235, 237, 245, 247 y 248 de la Ley General de Salud. El primero aprobaba la siembra, cultivo, preparación y posesión de estupefacientes para fines médicos y científicos. El segundo pohibía usar para estos fines la marihuana. El resto de los artículos regulaba y clasificaba las sustancias psicotrópicas.

De acuerdo con una encuesta de Parametría de 2016, calculó que el 77% de 800 personas entrevistadas, es decir 616 personas, rechazaron la legalización de la marihuana con uso lúdico. En 2008 el 92% se oponía. El 95% de las personas entrevistadas no la consumen ni tampoco lo harían si fuera legal. Su argumento principal respecto a esta postura fue que dicha medida provocaría un fuerte incremente del consumo.  Ocho de cada diez favorece a la legalización con usos medicinales. México se encontraba en los niveles de aceptación de E.U.A., en el año 1975.

La senadora Cristina Díaz, del PRI, llevó una iniciativa de ley para la Cámara alta para regular el uso terapéutico de la marihuana, en 2015. Llegó una semana después de que el Supremo mexicano autorizó el uso lúdico de la marihuana a cuatro personas. Posteriormente fue aprobada y la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó al Senado que emitiera la reglamentación a la reforma de Ley de Salud de 2017, es decir, el uso medicinal se aprobó, pero no se reguló.

En 2016, el expresidente Enrique Peña Nieto promovió una iniciativa para elevar la posesión de marihuana a 28 gramos, en lugar de los cinco gramos que siguen “permitidos” actualmente. “El aumento dará oportunidad de que queden en libertad los consumidores que actualmente se encuentran en prisión o sujetos a proceso por haber portado cantidades inferiores a los 28 gramos”, señaló el examandatario.

Sin embargo, al momento de votarse por la aprobación o negación de esta iniciativa, se optó por la segunda opción, a pesar de haber tenido mayoría partidiaria en ambas Cámaras.

Dos años más tarde, 2018, la SCJN declaró inconstitucionalidad en cuanto a la prohibición del uso lúdico de la marihuana, pues violenta el derecho humano al libre desarrollo de la personalidad. Gracias a un quinto amparo para consumir marihuana recreativamente con libertad, se generó jurisprudencia respecto a este tema, donde el Congreso se ve obligado a modificar la normatividad que controla su uso. El paso más importante hasta ahorita para un camino de la legalización de la marihuana.

En 2019 se presentaron diversas iniciativas de ley para la legalización/regulación de la marihuana en uso lúdico. La más destacada la de la exsenadora y actual Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. Siendo la Cámara alta la primera en discutir y decidir sobre esta materia.

En marzo de 2020, comisiones del Seando aprobaron, sin apyo del PAN y la abstención del PRI, el dictamen que regula la marihuana, permitiendo su siembra, cultivo, cosecha, consumo y la venta. Las Comisiones Unidas de Salud, Justicia y Estudios Legislativos Segunda fueron las encargadas de llevar el debate.

La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados aseguró que revisarán “con lupa” la iniciativa que llegue del Senado sobre la regulación de la marihuana, afirmó su presidenta, Miroslava Sánchez Galván. Señaló que el documento “tiene que ser muy cuidado en los detalles, porque estamos hablando de salud y de que puede haber afectación a diversos grupos de edad. Hay que meter la ciencia, la ética”. (Ramírez, 2020)

Debido a la contingencia del Coronavirus, la iniciativa se ha quedado pausada, esperando a ser discutida en la Cámara baja.

Respecto a la legalización de la marihuana con uso medicinal de hace años atrás, antes mencionada. Apenas tendrá su reglamento, Secretaría de Salud mencionó que para septiembre de 2020 darán a conocer la normatividad encargada de regular el uso medicinal de la marihuana. (Reyes, 2020)


Bibliografía

Cinvestav. (15 de octubre de 2018). Cannabis podría ayudar a combatir ataques de epilepsia. Obtenido de UNAM Global: http://www.unamglobal.unam.mx/?p=50566
Corona, S. (05 de septiembre de 2015). Una niña mexicana abre la puerta al uso medicinal de la marihuana. El País.
Bagatella, J. C. (enero-mayo de 2014). Historia del narcotráfico en México. CONfines de relaciones internacionales y ciencia política, 10(19), 151-157.
Beauregard, L. P. (18 de octubre de 2015). La legalización de la marihuana toca a las puertas del Supremo mexicano. El País.
Beauregard, L. P. (21 de abril de 2016). México elevará la posesión legal de marihuana a 28 gramos. El País.
Brau, J.-L. (1974). Historia de las drogas. España: Bruguera.
Davenport-Hines, R. (2001). Historia Global de las drogas, 1500-2000. CDMX: Fondo de Cultura Económica.
Ferri, P. (01 de noviembre de 2018). La justicia mexicana allana el camino a la marihuana recreativa . El País.
H., M. M. (enero-diciembre de 2008). El cannabis en la historia: pasado y presente. Cultura y Droga, 15, 95-110.
Narconon. (14 de marzo de 2020). Narconon. Obtenido de La marihuana al principio: https://www.narconon.mx/informacion-drogas/marihuana/historia-marihuana.html
Ortega, R. P. (octubre 2016 – marzo 2017 de 2017). La prohibición de la marihuana en Estados Unidos y México: una historia donde la ciencia tuvo poco que ver. Revista de Cultura Científica(122-123), 122-127.
Oyarbide, C. M. (2011). El fracaso de una estrategia: una crítica a la guerra contra el narcotráfico en México, sus justificaciones y efectos. Nueva Sociedad(231), 4-13.
Quesada, J. D. (13 de febrero de 2014). La Ciudad de México abre la puerta a la venta de marihuana en establecimientos. El País.
Ramírez, R. (05 de marzo de 2020). Minuta sobre regulación de la marihuana se revisará con lupa, advierten diputados. El Sol de México.
Reina, E. (22 de abril de 2016). Los mexicanos rechazan el uso lúdico del cannabis pero aceptan el médico. El País.
Reyes, J. P. (30 de junio de 2020). Salud perfila para septiembre reglas sobre marihuana medicinal. El Sol de México.
Rosen, J. D., & Martínez, R. Z. (2015). La guerra contra el narcotráfico en México: una guerra perdida. Reflexiones, 94(1), 153-168.
Sánchez, J. (04 de marzo de 2020). Senado aprueba en comisiones dictamen para regular la marihuana. El Sol de México.
Seco, R. (21 de julio de 2013). Los expertos piden debatir sobre la marihuana más allá de ideologías. El País.
Seco, R. (04 de septiembre de 2013). El DF quiere dejar de perseguir a los pequeños consumidores de marihuana. El País.
Seco, R. (08 de agosto de 2013). Vamos en ruta de regular no solo la marihuana, sino todas las drogas. El País.
Smith, B. (abril de 2018). El año en el que México legalizó (brevemente) las drogas . BBC History Magazine.

 

Glifos de Escribas Mayas

 

 

Revista Escribas