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Escribe Alfonso Naver Fundador del periódico “Antena” del Oriente de Michoacán, columnista en “Diario Amanecer” del Estado de México, cofundador de la revista “Vasos Comunicantes” en la Ciudad de México.


 

El epigrafista Bernal Romero en el IV Coloquio Internacional del Mundo Maya. Foto Archivo

Guillermo Bernal, biógrafo de Pakal

Guillermo Bernal Romero, licenciado, maestro y doctor en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México con estudios adicionales en la especialidad de Arqueología de la ENAH, investigador y académico, falleció este 5 de marzo a los 60 años. Fue considerado uno de los más prominentes epigrafistas del mundo maya y una de las mayores autoridades de su campo, investigador de tiempo completo, desde 2006, del Centro de Estudios Mayas (CEM) del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM y becario de investigación del Maya-Wörterbuch, el proyecto internacional para la realización del Diccionario de Maya Clásico. Fue director del Museo de Sitio “Alberto Ruz Lhuillier” del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Palenque, de julio de 1998 a diciembre del 2005. Colaborador del Proyecto Arqueológico Palenque (INAH). Desde 2006 fue investigador de Tiempo Completo del Centro de Estudios Mayas del Instituto de Investigaciones Filológicas, UNAM. Publicó diversos artículos y libros sobre la historia dinástica y la vida ceremonial en la antigua ciudad maya de Palenque. En 2011, para obtener el Doctorado en Estudios Mesoamericanos, presentó la tesis “El señorío de Palenque durante la Era de K’inich Janaahb’ Pakal y K’inich Kan B’ahlam (615-702 d.C.).

Entre sus numerosas contribuciones se encuentra el haber descifrado el glifo maya T514, el logograma “yej”, que puede enunciarse en español como “filo”, y cuyo significado había permanecido oculto hasta 2015. Para llegar a esta conclusión, Bernal logró empatar la forma del logograma con los molares de un jaguar, posibilitando así la lectura de 50 inscripciones importantes, como el nombre de la tumba del Rey Pakal en Palenque: B’olon Yej Te’ Naa, “La Casa de las Nueve Lanzas Afiladas”. Su trabajo académico se desarrolló fundamentalmente sobre el sitio chiapaneco y su dinastía real.

Su área esencial de investigación fue la lectura, desciframiento e interpretación de las inscripciones jeroglíficas mayas. Colaboró en la exposición internacional Mayas: Revelaciones de un Tiempo sin Fin, presentada en Brasilia, París y Liverpool (2014-2015).

El epigrafista Bernal Romero en su taller. Foto INAH

Su más reciente estudio sobre el nombre de la antigua señora palencana, conocida como la Reina Roja, se incluyó en la nueva museografía del Museo de Sitio, en el cual el INAH trabaja en una renovación técnica y de contenidos. De acuerdo con una nueva transcripción de los textos glíficos, a cargo del epigrafista Guillermo Bernal, ahora se plantea que el nombre de quien fuera consorte de Pakal ‘el Grande’ no era Ixik Tz’akbu Ajaw, “Señora Gobernante de las Sucesiones”, sino Ixik Tz’aka’ab Ajaw, “Señora Gobernante de las Generaciones”. Esta relectura es, en realidad, un perfeccionamiento del nombre anterior, ya que no hay una diferencia diametral entre las voces “sucesión” y “generación”, sin embargo, para el académico, la raíz tz’aka’ab (sucesión u ordenación generacional) realza la asociación divina que tuvo el personaje, al tiempo que es un término que también tiene el sentido de “cosa eterna o imperecedera”, concepto afín con la idea de “continuidad generacional”. Lo anterior, precisó el especialista en su última entrevista concedida al INAH, con motivo de la preparación de la nueva museografía y que ahora se comparte para recordarlo, se explica por la asociación de Tz’aka’ab con una de las mayores deidades míticas de todo el señorío: Bolon Tz’aka’ab Ajaw. “El ‘Gobernante de las Eternas o de las Innumerables Generaciones’, entendidas estas como dinastías, fue una deidad patrona de la familia gobernante de Palenque, así como de toda la colectividad del señorío”. A esa figura se le concibió como un gobernante primigenio y paradigmático, ligado con la fundación mítica o legendaria de los jerarcas, y como un rector sobrenatural de las sucesiones o relevos del poder a través de las eras. Ello indica que, a pesar de que Ixik Tz’aka’ab Ajaw no era oriunda de Lakamha’ sino de Oox Te’ K’uh, una provincia sujeta al poderío de Palenque, se le asignó ese nombre tras contraer matrimonio con K’inich Janaab Pakal, el 19 de marzo del año 626 d.C. “Pakal —señaló Bernal Romero— fue un personaje muy sacralizado, pero también su esposa. La tumba de ella es tan compleja como la de aquel; sabemos que fue sacralizada al morir por la propia composición de su ajuar, cuyo tocado contiene una advocación al dios Chaak”. Incluso, antes de su fallecimiento en 672 d.C. —once años antes que su longevo esposo—, debió dársele un tratamiento de divinidad a Ixik Tz’aka’ab Ajaw, “ya que dio a luz a los hijos y sucesores de Pakal: K’inich Kan Bahlam, entronizado en 684 d.C., y K’inich K’an Joy Kitam, quien accedió al poder en el año 702”. Sobre las fuentes glíficas o textuales en las que se recogen referencias del glifo tz’aka’ab, el especialista citó la escultura conocida como el “Tablero” del Palacio de Palenque; y diversos chilames de pueblos peninsulares o documentos que registran la voz, como la propia Relación de las cosas de Yucatán, del evangelizador español Diego de Landa quien, todavía en el siglo XVI, hablaba de la presencia del demonio Bolon Tz’aka’ab en los ritos de los mayas de esa época, tal como ha indagado el epigrafista Octavio Esparza Olguín, también adscrito al CEM de la UNAM. “Existe un respaldo de tipo etnohistórico y lingüístico que apunta más a esta versión del nombre”, destacó Guillermo Bernal al hablar de que cómo esta nueva propuesta busca promover un mejor entendimiento de un personaje cuya historia se ha escrito a lo largo de intensas décadas de debate académico. En este sentido, evocó que cuando se descubrieron los restos óseos de Ixik Tz’aka’ab Ajaw, en 1994, para los expertos no estaba claro si pertenecían a la consorte, la madre o la abuela de Pakal, siendo finalmente los estudios de ADN, practicados por la académica de la Universidad Autónoma de Yucatán, Vera Tiesler, los que evidenciaron que los huesos de Pakal y de la Reina Roja no compartían rasgos de consanguinidad, de allí que, junto a evidencias cerámicas contemporáneas a la vida del jerarca palencano y ubicadas en la tumba de la reina, se aclararon esas dudas. En aquella entrevista, el investigador finalizó al encomiar el esfuerzo del INAH para renovar la museografía e incorporar información novedosa, de la mano de expertos como el arqueólogo Arnoldo González Cruz, quien hace 26 años —junto con su colega Fanny López Jiménez— descubrió el sarcófago de la Reina Roja, o de él mismo como epigrafista, a fin de mejorar la experiencia del público en este espacio de divulgación.

Bernal Romero participó en proyectos de investigación. En lo individual: Historia dinástica de Palenque y de sus interacciones regionales durante el periodo Clásico, Centro de Estudios Mayas, Instituto de Investigaciones Filológicas, UNAM; y en colectivo: “Eufonía y otros recursos de equivalencia en las inscripciones jeroglíficas mayas” dentro del Proyecto CONACYT 157146 Universos sonoras mayas. Un estudio diacrónico de la acústica, el uso función y significado de sus instrumentos musicales, dirigido por las doctoras Martha Ilia Nájera y Francisca Zalaquett, Centro de Estudios Mayas, Instituto de Investigaciones Filológicas, UNAM. Impartió el Seminario Especializado: Enfoques Interdisciplinarios de la Epigrafía Maya, en el Posgrado de Estudios Mesoamericanos, FFyL, IIFL, UNAM. Impartió sesiones en diplomados y seminarios, así cursos-taller de escritura jeroglífica maya organizados por el Departamento de Educación Continua del IIFL.

En el 2004 ganó el premio Francisco Javier Clavijero a la mejor tesis de licenciatura en el área de Historia y Etnohistoria, y el premio Miguel Covarrubias al mejor trabajo en el área de Museografía por la exposición Rostros Mayas, linaje y poder. Ganador de la medalla Alfonso Caso por la mejor tesis de Doctorado en Estudios Mesoamericanos (2011).

 

Destacan, entre otras, sus publicaciones:

 

“Man in the Face of Time and the Stars”, en Mayas: revelation of an endless time, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2015, pp. 132-147.

“The Ruling Elite and their Historiography”, en Mayas: revelation of an endless time, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2015, pp. 148-173.

“Glifos enigmáticos de la escritura maya. El logograma T514 YEJ, filo”, Arqueología Mexicana, México, vol. XXIII, no. 135, septiembre-octubre, 2015, pp. 78-95.

“El ciclo de 819 días y otros ritos cuatripartitas y direccionales del periodo Clásico Maya”, en Mercedes de la Garza (coord.), El tiempo de los dioses-tiempo. Concepciones de Mesoamérica, México, Centro de Estudios Mayas/Instituto de Investigaciones Filológicas/UNAM, 2015, pp. 51-90.

“L’homme, le temps, les astres», en Collectif, Dominique Michelet, Mayas: Révélation d’un temps sans fin, prólogo de Maria Teresa Franco, Rafael Tovar y De Teresa, et al., París, Musée du Quai Branly/Réunion des musées nationaux – Grand Palais/Les éditions Réunion des Musées Nationaux Grand Palais, 2014, pp. 39-43.

Revista Escribas