Seleccionar página

Francisco Lastra Lacroix

La conocida crisis de 1929 en Estados Unidos ocasionó una notable disminución en sus importaciones de henequén del estado de Yucatán, que también entró en crisis, y con esto disminuyeron los precios y la cantidad de ganado que se consumía en Yucatán y que provenía de Tabasco y del norte de Chiapas. Un toro gordo que por lo regular valía 100 pesos llegó a valer 40, y aun así su venta era difícil porque la demanda, como ya dije antes, había disminuido considerablemente.

Tuvo conocimiento de la situación Tomás Garrido Canabal, quien en verdad gobernaba el estado de Tabasco, y ordenó en 1931 suspender las remesas de ganado al estado de Yucatán. Con gran celeridad formó en los municipios ganaderos de la entidad asociaciones ganaderas locales, unificadas en un organismo central con sede en Villahermosa, llamada Unión Ganadera de Tabasco. Sólo habría un vendedor para el ganado del estado de Tabasco y el norte de Chiapas. La Unión Ganadera de Tabasco designó como su único vendedor en Mérida, Yucatán, a don Ovidio Jasso Abreu, quien se trasladaba a dicha ciudad en compañía de su hijo Ovidio Jasso Abreu junior.

El presidente municipal de Emiliano Zapata, Álvaro Marín Ocampo, seguramente por instrucciones de Garrido Canabal, convocó el 1º de junio de 1931 a los ganaderos a una junta a las tres de la tarde en la Presidencia Municipal. Asistieron a dicha junta los siguientes ganaderos de Emiliano Zapata, Tabasco, y de Catazajá, Libertad y Palenque, del estado de Chiapas:

Manuel Lastra Ortiz, José R. Ocampo Abreu, Jacobo Nazar, Lucio Lastra Ortiz (mi padre), José Lastra Ortiz. Benjamín García Margraft, Catalino Alamina Vázquez, Francisco Lastra Ortiz, Álvaro Marín Ocampo, Francisco Brown Ortega, Guillermo Brown Ortega, Ovidio Jasso Abreu y Amalio Barceló.

Y en ese acto se fundó la Asociación Ganadera Local de Emiliano Zapata, que dependería de la Unión Ganadera con sede en Villahermosa, Tabasco.

En junio de 1935, cuando era secretario de Agricultura y Fomento del gabinete del presidente Lázaro Cárdenas, Tomás Garrido Canabal organizó la que se llamó Convención Nacional Ganadera, a la que asistieron en representación de la Asociación Ganadera Local de Emiliano Zapata, Tabasco, Guillermo Brown y Lucio Lastra Ortiz (mi padre). En este evento se acordó convocar a todos los ganaderos del país a una asamblea general que se llevaría a cabo en 1936, ocasión en la que se constituiría la Confederación Nacional Ganadera, con sede en México, Distrito Federal. Las asociaciones ganaderas locales se integraron en uniones ganaderas regionales y estatales. Las asociaciones locales y las uniones regionales y estatales formaron la Confederación Nacional Ganadera.

Mientras Garrido Canabal estuvo en México, los ganaderos chiapanecos afiliados a la Asociación Ganadera de Emiliano Zapata fueron tratados con equidad. Cuando Garrido emigró a Costa Rica por motivos políticos, los ganaderos chiapanecos de la Asociación Ganadera Local de Emiliano Zapata, Tabasco, empezaron a ser discriminados. Primero unos y otros después se fueron saliendo de esta asociación ganadera, y formaron las asociaciones ganaderas locales de Libertad, Catazajá y Palenque.

Estas tres asociaciones chiapanecas, de acuerdo con la Ley Federal de Asociaciones Ganaderas del 30 de diciembre de 1935 y su reglamento, tenían derecho a constituir una unión ganadera regional que tendría relación directa con la Confederación Nacional Ganadera. Esta unión llamó Unión Ganadera Regional de Catazajá y su primera sede fue la Villa de Catazajá. Actualmente la Unión Ganadera Regional de Catazajá Norte de Chiapas tiene su sede en Palenque, y a ella se han adherido varias asociaciones ganaderas chiapanecas.

En cumplimiento de la Ley Federal de Asociaciones Ganaderas, del 30 de diciembre de 1935, el 27 de enero de 1936 se refundó la Asociación Ganadera Local de Emiliano Zapata, Tabasco, afiliada a la Unión Ganadera Regional de Tabasco y a la Confederación Nacional Ganadera con sede en la ciudad de México.

ASOCIACIÓN GANADERA LOCAL DE PALENQUE

En 1947 me reintegré a la región, cuando junto con mi esposa Ena Dolores Bastar Casanova de Lastra nos fuimos a vivir al rancho San Juan, propiedad de mi padre, Lucio Lastra Ortiz. A partir de esa fecha empecé a participar como socio en la Asociación Ganadera Local de Palenque, cuya directiva estaba integrada por ganaderos de la generación de mi padre. La asamblea anual se celebraba en sus domicilios; se utilizaban todas las sillas de su propiedad de que podían disponer, y cuando éstas no alcanzaban para que se sentaran los integrantes de la asociación, se pedían prestadas sillas a los vecinos.

A mediados de 1948 asistí a una asamblea extraordinaria en segunda convocatoria, por lo que tendría validez cualquiera que fuera el número de socios asistentes. Sólo llegamos trece socios. No recuerdo por qué causa la asamblea se dividió en dos grupos de seis y un neutral, que era yo, que únicamente oía sin participar en la discusión. El presidente era mi tío Milcíades Lastra Ortiz, hermano de mi padre quien, molesto por las expresiones del grupo adversario, presentó su renuncia, que fue aceptada. Por tal motivo era necesario elegir un nuevo presidente, y como yo no era adversario de ninguno de los dos grupos, éstos acordaron nombrarme presidente de la Asociación Ganadera Local de Palenque. Tenía yo 27 años en ese entonces.

Tan pronto como tomé posesión de la presidencia de la Asociación Ganadera, alquilé un pequeño local adonde llevé el escritorio y la máquina de escribir, únicas propiedades de la Ganadera Local. Mandé hacer diez bancas rústicas para que se sentaran los ganaderos en las asambleas. Comisioné a dos parejas de jóvenes ganaderos para que fuesen uno al occidente y otro al oriente del municipio de Palenque, e invitaran a muchos ganaderos a pertenecer a la Asociación Ganadera Local de Palenque.

Para la asamblea general ordinaria del mes de enero de 1949, unos seis meses después de que me eligieron presidente, llegaron 40 ganaderos a la Asociación Ganadera Local de Palenque. Posteriormente me reeligieron como presidente algunas veces más, y durante esos años se compró en el fundo legal del pueblo de Palenque un terreno donde más tarde habrían de construirse las oficinas de la Asociación y el Auditorio Ganadero. Ahí siguen hasta el día de hoy. También iniciamos la construcción de los corrales en la estación del Ferrocarril del Sureste de Palenque, donde más tarde se instalaría una báscula y se construirla un embarcadero.

En la asamblea general de enero de 1950, entregué la presidencia de la Asociación a Guillermo Macossay Moreno, que había sido electo por dicha asamblea. Como podrá observarse, el segundo semestre de 1948 y el año 1949, tiempo durante el cual fui presidente de la Asociación Ganadera Local de Palenque, significaron un cambio generacional y el lanzamiento de dicha asociación a niveles que la convirtieron en la más importante fuerza económica y social del municipio. Más tarde llegamos a tener oficina, corrales de embarque en ferrocarril, báscula, parque de feria y auditorio, que por cierto hoy lleva mi nombre. En algunas otras ocasiones serví a la Asociación como tesorero, presidente del consejo de vigilancia, delegado ante la Unión Ganadera Regional de Catazajá. Por cierto, no recuerdo en qué fecha fui presidente, durante un año, de esa unión ganadera, en la que mi actuación fue problemática por la actitud de los empleados y miembros del consejo directivo, en su mayoría catazajenses.

Años más tarde, siendo Gilberto Brown Aguilar presidente de la Unión Ganadera Regional y secretario de ésta mi hermano, el doctor Lucio Lastra Lacroix, las asociaciones de Libertad, Palenque y Salto de Agua promovieron, previo acuerdo, el cambio de sede de la Unión de Catazajá a Palenque. Lo llevaron a cabo después de una asamblea en la que la discusión adquirió tintes violentos por la obstinada resistencia de los catazajenses a permitir el traslado de la sede de la Unión. Ya ubicada ésta en Palenque, los catazajenses siguieron impugnando el cambio de sede y se pusieron en contacto con un ilustre catazajense, a la sazón secretario del Trabajo: Salomón González Blanco. Este convocó a una junta en México, Distrito Federal, en las oficinas de la mencionada Secretaría, donde propuso una solución verdaderamente salomónica: se aceptaba el cambio de sede con la condición de que la Unión se siguiera llamando Unión Ganadera Regional de Catazajá, nombre que conserva hasta la fecha y al que se agregó Norte de Chiapas.

*Ingeniero civil, egresado de la UNAM, fue residente y superintendente de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas en la construcción del Ferrocarril del Sureste en Tabasco. Recibió la medalla estatal, y también la nacional, al mérito ganadero. Publicó “Crónicas para no Olvidar” donde destaca sucesos de la región de los Ríos en Tabasco y Norte de Chiapas.

Más artículos
Revista Escribas