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Sinue Hammed Fuentes Malo

Licenciado en Ciencias de la Comunicación egresado de la Universidad Autónoma de Chiapas, cuenta con dos títulos de maestría que corresponden uno a su formación profesionalizante y otro a su formación como investigador, Maestro en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural egresado de El Colegio de la Frontera Sur en la modalidad de Posgrado de calidad del CONACYT. Actualmente es doctorante de El Colegio Sonora, Con un proyecto de investigación vinculado al ferrocarril en el Soconusco. Está interesado en ayudar a la sociedad soconusquense, enfocado principalmente en temas académicos. La investigación que desarrolló Durante su estancia en ECOSUR Consiste en las memorias del proceso de mexicanización del pueblo Mam en el Soconusco, Con lo que también realizó una invitación a integrantes de pueblos originarios para que se sumaran al quehacer académico evidenciando así su presencia en la región.


En 1908 ante la presencia del imponente medio de comunicación que por fin permitiría al estado conectarse con otras partes de la república, incluyendo la ciudad de México, se generaba mucha efervescencia al respecto. Si bien era una obra que ofrecía una aparente mejora económica para los pueblos de Soconusco —sobre todo— y permitía imaginar una serie de beneficios principalmente para esta región, se daban dudas sobre todo por las versiones que se manejaban en algunos periódicos. Las posturas sociales eran muy variadas sin embargo también estaban en sinergia con algunas posturas políticas que le apuntaban al crecimiento de todas las regiones y no solamente de Soconusco. La conexión entre los pueblos, la movilidad de productos y el crecimiento de los mercados internos, así como las posibilidades de transportar sus productos al centro y al norte del país, eran algunas de las expectativas a las que más fe se les tenía. Este mismo año en El Heraldo de Chiapas, del 11 de octubre, en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, se publica una nota que pretendía aclarar algunas dudas.

El encabezado decía: El Ferrocarril Panamericano. Una entrevista con el señor Diputado don José Mora. Esta nota reproducía sobre todo las dudas que habían sido publicadas en el periódico “La Voz del Istmo”. Aparentemente en varios artículos se hacía mención a supuestas deficiencias del ferrocarril por lo que la editorial del Heraldo estaba interesaba en aclarar el asunto, pues afirmaron que al estar una parte de la vía en el estado de Chiapas era de interés social, todo lo que en ella ocurriera. Por este motivo a la llegada del diputado José Mora después de visitar Tapachula realizaron una entrevista con todo el apoyo del funcionario. Esto no era de extrañar pues desde el principio muchos fueron los políticos involucrados y también muchos fueron los intereses que estaban en juego, entre ellos sin duda los de Matías Romero, que al final de cuentas también trajeron algún tipo de beneficio a Chiapas y a la región.

Tomando en cuenta lo anterior observamos que la nota furtivamente intenta explicar sobre deficiencias que sin duda estarían vinculadas a los recursos que se pudieron utilizar para la construcción de dicha obra. Ante esto la respuesta parafraseada del diputado inicia de la siguiente forma:

“El ferrocarril panamericano fue construido por una empresa americana formada en Nebraska y Chicago, Estados Unidos. Que tiene efectivamente sus deficiencias, pero que las considera naturales en una vía que acaba de construirse, recordando a este respecto que los ferrocarriles inmediatamente, el de Veracruz del pacífico y el nacional de Tehuantepec las han tenido iguales, y que han venido desapareciendo con el transcurso del tiempo y a medida que la vía ha venido mejorando, y que cree firmemente que la del panamericano lo hará rápidamente debido a que los terrenos que atraviesa son planos. Que lo que sobre todo necesita son puentes, por la gran cantidad de ríos que hay en el trayecto y que aunque los grandes son por ahora provisionales, sabe que la empresa trata de construirlos definitivos en la próxima estación de secas. Que algunas interrupciones se han debido en este año a que algunos ríos, con la abundancia de las lluvias se han ensanchado, invadiendo terrenos adyacentes a los puentes y que ha habido necesidad de prolongarlos para remediar el mal.”

Realizando un pequeño contraste de la supuesta respuesta del diputado Mora podemos observar claramente que también alude a las características de la tierra que ya anteriormente había mencionado Matías Romero. Si bien, la construcción del ferrocarril podía responder a intereses políticos y personales de distintos funcionarios públicos, quedaba bastante claro que una de las razones más importantes para construir la línea férrea por los pueblos de Soconusco, correspondía principalmente las facilidades que la tierra ofrecía. No obstante, y aunque los ríos fueran un problema se contaba con el apoyo suficiente para lograr que la obra concluyera en tiempo y forma. De acuerdo con esto el funcionario explica lo siguiente:

“Que la terracería en general la considera buena y bien nivelada, quedando cortos tramos en que habrá que perfeccionarla como en el río del Rosario. Que el servicio público es solamente hasta Huistla, no habiéndose querido prolongarla hasta Tapachula porque la vía no está balastrada hasta esa ciudad; pero que calcula que dentro de un mes podrá terminarse el balastre que falta y entonces los trenes de pasajeros correrán hasta Tapachula. Que conoce bien al ingeniero inspector Sr. Chavarría, a quien considera como un profesional de alta honorabilidad e incapaz de punibles complacencias, el que comisionado por el Gobierno General, dio por recibido el citado ferrocarril, teniendo en cuenta que si tiene deficiencias, no son de las que pudieran afectarlo en el alto grado de dejar la vía inservible o peligrosa. En resumen, que tiene la convicción de que las deficiencias que se anotan son propias de todo ferrocarril acabado de construir y que esto no obstante, será de positiva utilidad.”

Como menciona Valente Molina (2006) con el tendido de los rieles en Chiapas el sonido de las máquinas invadió la zona costera, y el beneficio se hizo presente. Antes de la época ferroviaria se dependía más de las recuas de mulas que en un periodo de varias semanas atravesaban las cadenas montañosas y las escarpadas rutas tradicionales que tenían usanza prehispánica y a la vez eran un legado de la época colonial. Estas rutas permitían el desarrollo de la actividad comercial pero con la ayuda de transporte impulsado por animales y cargadores indígenas que realizaban un extenuante esfuerzo. En Chiapas y sobre todo en Soconusco la carencia de vías de comunicación traspasó décadas, incluso se dio a la par la construcción lenta del nuevo estado. La economía chiapaneca antes de este periodo, comercializaba en las rutas antes mencionadas sin embargo, estas no se encontraban en su mejor estado, pero permitían a los comerciantes dirigir sus productos al Istmo, hacia los ríos centrales, Guatemala y tabasco.

Por estos motivos, entre otros, la construcción del ferrocarril estaba en la vista de todos los chiapanecos, y las expectativas solamente podían crecer. Ante esto, la editorial del Heraldo indicó a sus lectores que esta entrevista no sería la única, y se vería la posibilidad de seguir en comunicación con los principales responsables e incluso con quienes hicieran uso del medio de comunicación, para de esta forma, darse una idea de las posibilidades que ofrecía.
“Tales son las opiniones que el apreciable señor Mora se sirvió comunicarnos, por las que le damos las más cumplidas gracias. Próximamente entrevistaremos a algunas otras personas que han viajado por la misma vía para que se sirvan darnos su opinión, pues consideramos que el asunto merece particular atención.”

La construcción del ferrocarril incluso generó en finqueros el interés por poder mover su producto, por lo que aun sin la existencia de carreteras o caminos facilitados por el estado, se aventuraron en distintas campañas que les permitiera conocer y generar nuevas rutas, que en este caso, estarían destinadas a conectar directamente con las distintas estaciones. Para el punto en que se generó esta nota del Heraldo de Chiapas, ya se había construido la estación de Acapetahua y se consideraba, que el pueblo logró un pequeño crecimiento gracias a esto. Al igual que en otros lugares, la presencia de la nueva obra federal despertó el interés a las autoridades de Escuintla y Acapetahua para mejorar el camino de Herradura que permitiera movilizar los productos agrícolas desde los ranchos y fincas de la sierra hasta la estación (Molina Pérez, 2006, págs. 87-93). Este año fue uno de los más movidos por lo que gran parte del tramo importante llegaría justo como el diputado José Mora decía, hasta que los trenes corrieran rumbo a Tapachula.

El heraldo de Chiapas, Tuxtla Gutiérrez, octubre 11 de 1908, año III, número 44
Trabajos citados
Ávila, A. (1997). Diplomacia e interés privado: Matías Romero, el Soconusco y el Southern Mexican Railroad, 1881-1883. Secuencia, 0(38), 051. doi:https://doi.org/10.18234/secuencia.v0i38.576.
Benjamin, T. L. (1990). El camino a Leviatán : Chiapas y el Estado mexicano, 1891-1947. México, D.F.: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Molina Pérez, V. (2006). Por los rieles de Chiapas: construcción del ferrocarril panamericano. México: Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión.
Romero, M. (1893). Cultivo del café en la costa meridional de Chiapas (4 ed.). México: Secretaría de Fomento.
Romero, M. (1898). Importancia del cultivo del hule en el porvenir de la República (3 ed.). México: Secretaría de Fomento.

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